Hola, ¿cómo estás? Tal vez ya me conozcas, o tal vez no, no sé si seas alguien que ya es parte de mi vida, como un amigo, alguien de la oficina, no lo sé. Solo espero fervientemente que existas.
Como tomaré por válida la premisa de tú existencia te diré que seguro eres un tipo trabajador, simpático, todo terreno, de esos que no le tienen miedo a nada, de esos que se colocan metas altas. Te gusta la música y las conversaciones profundas. Fumarás ocasionalmente, y serás un adicto a algún juego, equipo o instrumento porque a fin de cuentas los hombres no maduran, solo cambian de juguetes...
A veces pensaré que eres indescifrable, por más básico que me parezcas. Tal vez nos llevaremos algunos años, no sé si dos o diez, o tal vez tengamos la misma edad. Tal vez tenga que mudarme a otro lugar para poder empezar a crear un nosotros, pero sé que será un nosotros cohesionado, no de esos que se fingen para agradar a la gente.
Siempre tendrás un comentario inteligente para cada situación y sabrás moverte en varios círculos sociales, amarás bailar conmigo, y que te baile, y por sobre todas las cosas no andarás con esas boberías de primer novio. Eres detallista, te fijas en las pequeñas cosas, eres comprensivo y educado, pero sabes decir un coño si la situación lo amerita.
Te gustará jugar con mi mente, a ver si de verdad estoy prestando atención. Me dejarás leerte frases de mis libros favoritos, y llevarte -solo a veces- el desayuno a la cama. Tendrás la manía de andar en fachas los fines de semana. Te gustará el beisbol, el fútbol y hasta el automovilismo, y entenderás que cuando veo deportes puedo llegar a ser tú mejor amigo.
Eres un aventurero, no le temes a explorar cosas nuevas, eres súper desinhibido. Entenderás que hay días en los que no quiero ni verte, pero que se me pasará con una buena dosis de cariño o con que me dejes en paz unas horitas.
Sabrías mirarme a la distancia y entender que en medio de cualquier fiesta lo que quiero es llegar a estar contigo, y que hay días en los que ni siquiera nos dará tiempo de llegar a la casa (sabes a lo que me refiero).
Podrías presentarme a tú familia y tener la plena seguridad de que seríamos una pareja estupenda, no perfecta, sino estupenda.
Tendríamos escapadas quincenales para no caer en la rutina. Entenderás que el spanglish a veces es un requisito en mis conversaciones, que no tengo editor entre mi cerebro y mi boca, pero que aunque sea cruda soy demasiado honesta. Tienes que ser honesto, aunque tú honestidad me cause una que otra arrechera (deberás soportar una que otra grosería de mi parte, porque a veces se me escapan los -coño-).
No me importará mucho si me engañas una o dos veces, siempre y cuando te des cuenta que ninguna, óyeme bien NINGUNA es como yo, y que NINGUNA podrá hacerte temblar como lo hago...and you know it.
Entenderás todos mis fetiches y mis fantasías absurdas, como mi fiebre por las barbas y los cabellos bien cortitos y mi manera de ser a veces ruidosa, me darás uno que otro obsequio fuera de lo común, porque sabes que lo corriente me molesta.
Hablarás de todo conmigo, porque estaremos juntos en esto, en las buenas, las malas, las regulares y las peores.Comprenderás que estaré para abrazarte siempre, cuando tengas sueños miedosos o deliciosos, que un poco de sexo matutino le hace bien a cualquiera y que lo único que no soporto, a parte de la mentira es no sentirme deseada...
Entonces, pseudo hombre perfecto, solo espero que aceptes el reto.
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