"Conchale Chino, por qué las gordas se casan rapidísimo, y una que se mata corriendo/ayunando/nadando/jodiéndose para ser flaca le cuesta tanto?"
A lo que el Chino me respondió algo infame, pero quizás totalmente real:
"Mira Treme, una mujer bella y con poder intimida. Primero, porque sabes que tiene la potestad de irse cuando se le dé la gana, que no se va a calar un carajo, ya que ella sola se basta para cualquier vaina. De paso, puede levantarse el hombre que le provoque, lo cual nos causa mucho estrés. Así, que sensatamente los hombres preferimos casarnos con la gordita que no la ve nadie, y si es posible que no haga mucho, de forma tal de procurarnos nuestra paz mental. Ni ella se irá, ni nadie querrá llevársela".
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